Las uñas pintadas eran un símbolo de verano, rebelión, libertad. Era mi mini-desafío a lo establecido. No podía usar las uñas pintadas en el colegio, era en contra del uniforme. Sin embargo siempre encontraba una forma de desafiar esas convenciones.
Llegaba el verano, las vaciones, mi momento. No había reglas, ninguna imposición. Era mi libertad.
Hoy, es diferente. Hoy las uñas pintadas es formalidad, es estilo, es un montón de convenciones diferentes. Sin embargo, trato de que siga siendo mío.
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