Uno creería que al elegir el vegetarianismo como estilo de vida, este viene acompañado de meditación, yoga, un poco de hippismo... -¿estereotipos quién?-, pero no. La realidad de la vegetariana es diferente.
Ella hace dos carreras, porque una no le alcanza, porque quiere abarcar más, porque es ambiciosa... Porque no le alcanza desaprobar un examen, desaprueba dos. Y se estresa, porque no quiere que le vaya mal. Por un lado la vegetariana se convence de que puede más de lo que da, y se anota a 5 materias -venía cursando de a tres-. Por el otro se dice que nadie la apura y que debería tomarselo con calma, que si tiene que recursar, abandonar y demás fracasos facultativos, es sólo parte de la vida y también un mensaje del universo -un poco versera esta vegetariana, che-. Pero ahí está, en la deriva de dos carreras, cinco materias y sin nunca saber si hace poco o mucho.
La vegetariana se estresa por su trabajo. Ella trabaja como profesora de inglés en empresas. Pero aquellas personas que recurren a esta modalidad saben que puede ser muy favorable, si tenés una amplia disponibilidad horaria -y paciencia-, o puede ser altamente desfavorable. La vegetariana decidió priorizar la facultad -pero muy bien no le va ¿se acuerdan?- y no tiene mucha disponibilidad para tomar clases, así que trabaja poquito, y gana poquito. Y ahí anda, con unos pesos que nunca llegan a fin de mes. Y ella se pregunta ¿debería tomar otro trabajo? ¿Y la facultad? Pero no estoy ganando mucho, y en la facultad tampoco es que la estoy rompiendo... Ahí va, sin saber que hacer con su vida laboral.
Como ven la vegetariana anda estresada por la vida, por diferentes temas. Pero a la noche cuando se va a dormir su cabeza se pobla de mil incertidumbres por un lado, mientras que su lado zen lucha por dominar la situación y pocas veces lo logra.
Ahí va por la vida, caminando por una franja gris sin nunca saber para que lado tirar. ¡Menos mal que no se come el estrés de los animales que vienen con la carne! No quiero pensar como estaría si así fuera...
la verdad es que el relato me recuerda bastante a mi vida hace unos meses...mucho estudio, poco tiempo, trabajo los fines de setmana... y yo si que como el estrés de los animales!
ResponderBorrarun saludo reina. Vendrán tiempos mejores y lo leeremos en el blog