Pocas cosas son tan frustrantes como cuando la sociedad y el sistema te pone trabas para lo que querés lograr. Ya pasamos de las botellas de plástico a la reutilizable, ya dejamos de pedir pajitas cuando salimos y también empezamos a usar bolsas de tela cuando salimos a comprar. Todo muy lindo pero cuando esos hábitos ya están establecidos siempre buscamos más. Miramos alrededor y vemos los innumerables envases de plástico en los que viene el café, la yerba, las galletitas y mil y un productos más. Miramos un poco más y vemos la pila de cáscaras de frutas y verduras de lo que cocinamos mezclado con la yerba del mate. Y si seguimos mirando un poquitito más vamos a ver las cajas de cartón que vienen con las otras tantas cosas que compramos ¿Qué hacemos con todo eso?
Separar la basura es algo hermoso... que en muchos lados no sirve para nada porque va todo al mismo lugar porque no hay sistemas de recolección de basura diferenciados. Estoy casi segura que en CABA sí, pero en el resto de lados no. Entonces, ¿qué hacemos?
Compost
Un balde vacío de pintura. Llenás la base con piedritas (esas que hay en los estacionamientos) y después ponés una capa de tierra. Si en tu casa tenés jardín o plantas o un poco de tierra pero ya no te sirve porque está muy apelmazada, esa te sirve. Lo único que queda es empezar a poner todos los residuos orgánicos en el balde e ir tapando con tierra. Es importante que la mezcla esté siempre húmeda.
Nuestros amigos los cartoneros
Hace un tiempo me empezó a molestar el hecho de no poder separar los cartones porque son altamente reciclables. De pronto tuve una hermosa idea: en una bolsa de cartón ir llenando con los reciclabes de cartón (cajas de barritas de cereales, de cereales, los rollitos del papel higiénico y de cocina, etc). Cuando la bolsa está llena, le escribo o le pongo un cartel grande que dicen "CARTÓN", la cierro bien para que no se escape ningún envase y la saco a la calle fuera del horario de recolección de basura (eso es clave porque sino se la lleva el basurero y pierde toda la gracia).
Ladrillos ecológicos
Esta, de todas las opciones, es quizás la más "molesta", pero creanme que se van a asombrar una vez que empiecen. Los ladrillos ecológicos son básicamente botellas de plástico rellenas de envases de plástico. Una vez llena la botella y bien compactados los plásticos que tienen adentro (yo uso una rama que encontré) la tapan y tienen su ladrillo ecológico. Quizás ustedes no necesiten estos ladrillos pero hay miles de ONGs que los juntan (este sitio web no sólo también explica cómo hacerlos sino que tiene mucha data de a dónde donarlos) y los utilizan para miles de cosas. Cuando vean con qué rapidez se llenan las botellas van a seguir haciéndolas porque van a acordarse de todos esos videos en los que se ven miles y miles de envases de plástico dando vueltas por ahí.
Todas estas opciones tienen de copado que no necesitás nada novedoso y lo más importante, no tenés que gastar plata. El balde lo podés conseguir en la calle o preguntar a tus conocidos, alguien va a tener uno. Las piedras podés ir sacandolas de a poco de distintos lugares o alguien que esté terminando una costrucción (o arreglo menor con cemento). La tierra también la podés pedir de alguien que tenga jardín o plantitas que se le murieron y reciclás la tierra.
Lo más importante de todo esto, en mi opinion, es mantener el criterio. Es decir, no salir a comprar nada sino empezar a pensar qué hacer con lo que se tiene. Reciclar es el eje de todo esto.
Si en su barrio hay recolección separada de residuos o plantas de reciclaje compartanlas y muestrenle a sus contactos. En Bernal y Quilmes, por ejemplo está el Eco Punto que recibe envases de plástico que después ellos se encargan de reciclar. Las ideas que yo les doy es para cuándo no existen esas opciones o quieren probar otras cosas.
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