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Krishna + Jardín Botánico #VeranoEnCABA

¡Buenas! ¿Cómo pasaron el finde largo? Por lo pronto yo aproveché para pasear.

El viernes a la noche fuimos a ver a Cuesta Arriva a Makena y aprovechamos para quedarnos por ahí y pasear el sábado por la Ciudad -sí, parece que vengo del campo, pero no-.


Con un almuerzo sorpresa, y después de hacer el recorrido caminando, arrancamos nuestro paseo en Krishna (Malabia 1833, Palermo) un restaurant vegetariano. Es bastante reconfortante abrir una carta y ver que podés elegir lo que sea sin preocuparte. Estuvimos bastante limitados porque el calor era agobiante y muchas comidas eran mas bien picantonas e íbamos a morir. Finalmente, optamos por unos bifecitos de tófu con ensalada, unas croquetas de mijo a la napolitana con ensalada y una jarra de limonada con jengibre para apaciguar el calor. Los precios eran muy buenos. Nosotros gastamos alrededor de $300. -Por si no se dieron cuenta, en la palabra "carta" tienen el link para el menú del lugar-.


Ni bien llegamos nos recibieron y una vez expresadas nuestras intenciones de almorzar -¿por qué tanta formalidad?- pasamos a un saloncito muy bien refrigerado que tenía unas mesas ratonas y sillones a lo largo de las paredes. El ambiente era tranquilo e invitaba a charlar en forma calmada mientras la música sonaba a un volumen agradable. La decoración era muy linda, como pueden ver en las fotos. Era como estar sentado en un living cozy




Me llamó la atención la mezcla de culturas y creencias. En las paredes colgaban cuadros de distintos referentes de varias religiones como Ganesha, Cristo y algunas Diosas Hindúes -cuyos nombres desconozco, sorry-. Lo mismo se notaba en la música. En un momento sonaba música hindú, terminó la canción y arrancó Rock your body de Justin Timberlake -Kabul, que viva la mezcla-. Antes de eso sonaron versiones bossa de temas de Oasis, The Beatles entre otros.





Una vez comidos -y muy llenos- caminamos derecho por Malabia hasta Santa Fe y caímos en el Jardín Botánico. Me confieso para aquellos que no me conocen, soy LOCA por los gatos, no tienen idea. Naturalmente, mi misión una vez dentro del Jardín fue encontrar y fotografiar a todos los gatitos del lugar. Obviamente, socialicé con todos aquellos que se prestaron a la charla -¿?-. Para los que no tienen idea -como yo-, el Jardín está abierto todos los días, salvo los lunes, y la entrada es gratuita. Es un lugar súper lindo para caminar, sentarse a leer un libro o simplemente existir. Los senderos suelen estar cubiertos por árboles y por ende el calor es casi imperceptible. Si bien el pasto no se puede pisar, hay muchísimos bancos para sentarse.




Así que ya saben, acá tienen una salida hermosa y súper accesible. Con calor y todo, se disfruta muchísimo. Pueden hacerla solos o con amigos/pareja. Ah, y me olvidaba, frente a Krishna hay una plaza que tengo entendido es un lugar muy lindo para pasear -por si no tienen ganas de ir hasta el Botánico... pero ¿y los gatitos?-.


Espero que hagan esta salida en algún momento, y como bonus track les dejo más fotos de gatitos del Jardín.





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